11 abr 2015

PÁGINA 133


En las horas que pasan, ambos intentan recordar todo lo que sus yo del futuro les habían dicho acerca de lo que sucedería. No habían querido dar demasiada información, pero aún así ustedes creen tener la suficiente como para trazar un plan. Dándole vueltas a la situación, entran en la cuenta de que el conflicto sería inevitable, pero al menos podrían intentar hacer todo lo posible para que Germán no recibiera un disparo, y ninguno de sus padres sufriera algún daño. No pueden creer lo rápido que habían sucedido las cosas, pero entienden que hay cosas inevitables, y que no les queda otra que luchar por sobrevivir y salvar a sus seres queridos. Los alimentan y les traen ropa y pesados zapatos más abrigados luego de un rato. Al instante reconocen la campera de cuero que tenía el Germán del futuro cuando los fue a buscar para pedirles ayuda, y para ganar algo de tiempo, tu amigo se la pone directamente ahora junto a otras prendas mientras por tu parte también te abrigas. Les dicen antes de que se haga de noche que pasarán por el mismo interrogatorio que están pasando sus padres pero a la mañana siguiente, y para su desgracia, no pueden hacer más que tan solo esperar. 

—Entonces, tenemos que buscar una forma de escapar cuando nos quieran hacer el interrogatorio—dice Germán, después de la cena insípida que les dan, sin que les dejaran salir de esa celda horrorosa e incómoda.

—No sé. Cuando nos saquen seguro que lo van a hacer armados, acompañados de escoltas y demás; sería peligroso intentar algo. Pero al mismo tiempo, sé que si no aprovechamos esa oportunidad, otra no se nos va a presentar, porque aunque buscáramos alguna forma de violar la cerradura de la celda toda la noche, estoy casi seguro de que no conseguiríamos nada. No debemos ser los primeros que lo intentan…—le contestás algo abatido. Los dos terminan decidiendo en que quizás lo mejor no sería llevar a cabo un plan de escape ni bien los saquen de las celdas, pero sí durante el tiempo que permanezcan fuera de ella. Todo dependería de qué tanta seguridad los fuera a recibir y escoltar al interrogatorio. Querido lector: esta oración no sigue con tu historia, sino que está metida de incógnito con el fin de responder a cierto acertijo, cuya solución es la palabra blogspot. Te invito a que sigas leyendo, y disculpes las molestias.

Germán y vos deciden dormir lo más posible y reunir todas las fuerzas de las que eran capaces para el día siguiente, por lo que tras terminar toda la comida, los dos se abrigan bien y se acuestan en la incómoda litera. Al despertar, para su infortunio, se encuentran con que una docena de militares uniformados los vinieron a buscar y aguardan frente a su celda a que ustedes respondan a la orden de ponerse de pie y no intentar nada estúpido. Cuando lo hacen, ellos los dejan salir sin dejar de apuntarles y amenazarles, y a ustedes no les queda otra opción que obedecer y ser guiados hasta la misteriosa sala en la cual serían sometidos a la entrevista. Ahora que son capaces de ver el lugar por el cual los guiaban, no les agrada mucho la vista y creen que hubiese sido mejor ir encapuchados. Hay salas quirúrgicas, de tortura, almacenes oscuros, muchas más celdas (afortunadamente vacías), habitaciones repletas de armas y municiones, y tantas otras cosas siniestras con las cuales sus mentes imaginaban una infinita cantidad de horribles situaciones.


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